jueves, 18 de octubre de 2012

SOBRE EL REFERENDUM QUE PIDE EL PRESIDENTE MAS

Tenía pensado escribir hace unas semanas unas reflexiones sobre las constantes salidas de tono de los dirigentes políticos nacionalistas catalanes, pidiendo, como lo está haciendo el representante del Estado en Cataluña, Artur Mas, un referéndum sobre la autodeterminación de esta Comunidad Autónoma, y manifestando, entre otras cosas, que lo hará de todas todas aunque no lo autorice el Gobierno de la Nación o que internacionalizará el conflicto

Como ya expuse en mi BREVE ANALISIS DE LOS NACIONALISMOS, los nacionalistas viven constantemente del victimismo, de un constante e insaciable apetito reivindicador y de elegir un culpable de sus males. Y eso está ocurriendo ahora mismo en Cataluña. Los políticos nacionalistas catalanes han señalado como culpable de sus males, de los recortes que ha aplicado el propio señor Mas no hace más de un año, al que ellos llaman expolio del Estado español, al que acusan de recaudar los impuestos de los catalanes y de no invertir lo suficiente en dicha Comunidad Autónoma. Han optado por buscar el "enemigo exterior" en lugar de echar la culpa al desastre que ocasionaron los gobiernos del tripartit. Claro, como buenos nacionalistas, resulta más rentable echar la culpa al Gobierno nacional que a los paisanos, o a ellos mismos porque han recortado en todo menos en lo superfluo como es el ente público de Radio Televisión catalana, las embajadas y demás gastos relacionados con la política nacionalista. 

Lo siguiente es que un buen nacionalista nunca puede estar satisfecho con lo que tiene. Si consigue algo, pedirá algo más, así hasta que pida un imposible. Y en esas hemos llegado. Mas ha pedido un imposible como es el pacto fiscal, y menos en la actual coyuntura económica. Como no se lo ha dado, ha entrado con otro imposible, que es la convocatoria de un consulta sobre la autodeterminación de Cataluña. Sabe perfectamente que es competencia exclusiva del Gobierno central, por mandato expreso de la Constitución, art. 92.2, siendo el Rey el que los convoca, art. 62.c). También es conocedor de que la independencia de Cataluña es inviable en aplicación del art. 2 de la Constitución, en el que se declara la unidad indivisible de la Nación española. Asimismo sabe que el derecho internacional no le ampara. Sólo hay que ver que la Resolución 2625 (XXV). En efecto, esta resolución declara lo siguiente, y cito textualmente: "poner fin rápidamente al colonialismo, teniendo debidamente en cuenta la voluntad libremente expresada de los pueblos a la subyugación de que se trate; y teniendo presente que el sometimiento de los pueblos a la subyugación, dominación y explotación extranjeras constituye una violación del principio, así como una denegación de los derechos humanos fundamentales, y es contraria a la Carta de las Naciones Unidas." A continuación prosigue: "El territorio de una colonia u otro territorio no autónomo tiene, en virtud de la Carta de las Naciones Unidas, una condición jurídica distinta  y separada de la del territorio del Estado que lo administra, y esa condición jurídica distinta y separada conforme a la Carta existirá hasta que el pueblo de la colonia o territorio no autónomo haya ejercido su derecho de libre determinación de conformidad con la Carta y, en particular, con sus propósitos y principios.
Ninguna de las disposiciones de los párrafos precedentes se entenderá en el sentido de que autoriza o fomenta cualquier acción encaminada a quebrantar o menospreciar, total o parcialmente, la integridad territorial de Estados soberanos e independientes que se conduzcan de conformidad con el principio de la igualdad de derechos y de la libre determinación de los pueblos antes descritos y estén, por tanto dotados de un gobierno que represente a la totalidad del pueblo perteneciente al territorio, sin distinción por motivo de raza, credo o color."

Huelga decir que Cataluña no es ninguna colonia, de hecho forma parte del Estado, puesto que se conducen, conforme a la Constitución, en igualdad de condiciones que el resto de españoles, teniendo incluso, a diferencia de la Cataluña francesa, de un Gobierno autónomo. Es decir, lo que cuentan los nacionalistas catalanes son una patraña sin sustento legal, nacional e internacional, alguno.

Pero comoquiera que empeñarse en sacralizar la Constitución, como una norma intangible, oponiéndose a lo que no tienen derecho, como es la convocatoria del referéndum, resulta contraproducente, puesto que lo que estos quieren es escuchar el no por respuesta. No digamos ya cuando escuchan y leen que quieren mandar al Ejército en aplicación del art. 8 de la Constitución (aunque es preciso informar que para que esto pueda ocurrir debe autorizar el Gobierno de acuerdo con el art. 97 CE), va a resultar contraproducente porque con su campaña de engaño, con la inestimable colaboración de los sobornados medios de comunicación catalanes, lo más sensato es permitirles convocar su consulta. Pero no una  no vinculante, sino una cuyos resultados tengan plenos efectos jurídicos, teniendo que realizar las oportunas modificaciones constitucionales. Es decir que si sale sí a la independencia, a partir del día siguiente Cataluña tenga que asumir todos los gastos que el Estado asume y suponga su inmediata salida de la Unión Europea ya que no forman parte del Estado que suscribió su adhesión. Obviamente esa consulta va a salir un resultado negativo, y entonces ¿qué van a hacer los nacionalistas catalanes? Ya no pueden decir que los catalanes quieren la independencia o que quieren que se les consulte sobre su derecho. Les ocurrirá como a los nacionalistas de Quebec, que se hundieron en las sucesivas elecciones estatales. Por eso, los primeros que no quieren que se celebre el referendum son ellos mismos. No digamos ya qué es lo que ocurriría si por un casual saliera un si vinculante. Se tienen que poner rápido a gestionar la creación de un Estado que temporalmente estará fuera de la Unión Europea, y que tendrá serios problemas económicos al deslocalizarse empresas con sede en el nuevo Estado, incluso el propio Barça, si quiere subsistir, lo tendrá que hacer, y ya la culpa no será del Gobierno del Estado español. Un puro marrón para ellos.

De todas maneras, alejándonos de estos planteamientos estratégicos, lo que no considero sano para España es que, por culpa de esta gentuza que sólo se dedica a chupar del bote, nos acabemos odiando entre hermanos. No tiene sentido que cuando se habla de un catalán fuera de Cataluña haya alguien que eche pestes sobre él, o que haya catalanes que odien nuestro país, y que quemen nuestra bandera. Todo este conflicto, artificialmente creado por intereses partidistas, no tiene sentido seguir acentuándolo. Por eso, y aunque me duela en el corazón, si fuera verdad que los catalanes no quieren seguir siendo españoles, me parece absurdo obligarles por la fuerza. Cada uno por su lado, como al final hizo el Reino Unido con Canadá, Australia y otros países de la Commonwealth. No seamos estúpidos y no caigamos otra vez en los errores que nos llevaron a perder todos los Estados de sudamérica en 1920, así como en 1898 con Cuba, Costa Rica y Filipinas. Porque qué vamos a hacer si este conflicto originado por Mas y los suyos, ¿quitarles el derecho de voto? ¿Qué hacemos con los diputados elegidos en Cataluña, que son muchos? ¿Van a seguir marcando la política del resto del país? La circunscripción única no lo va a evitar, puesto que en las europeas se presentan en coalición con otros partidos nacionalistas y consiguen representación.

Espero que, aunque sé que no todo el mundo va a estar de acuerdo con lo que digo, eso lo doy por supuesto, sirva para que todos reflexionemos sobre el problema.

P.D.: Pido disculpas por las erratas que puedan encontrar ya que no he procedido a revisar la entrada.

Twitter: @josecarrerob
 

1 comentario:

Geppetto dijo...

Cataluña no puede optar a la descolonizacion, solo la colonia Britanica de Gibraltar esta inmersa en ese precepto.
Cataluña esterrotorio español desde hace siglos, desde mucho antes de la unificacion nacional patrocidada por los Reyes catolicos, intentar utilizar de forma torticera los principos de politica internacional que se utilizan para descolonizar territorios coloniales adscritos a las diferentes naciones es completamente absurdo
Los politicos lo saben los ciudadanos no y por eso se dejan embaucar por los felones que apoyándose en inexistentes principios intentan apropiarse de territorios que son de todos los españoles para utilizarlos en su provecho
En cualquier pais normal este tipo de sujetos estaría, tras aplicarle la ley en toda su extensión, en prisión y su partido político disuelto por ir contra el interés general de la Nacion y el sistema democrático que en el impera.
En España por contra la cosa no va por ese camino y son los terroristas los que llevan la voz cantante y se hacen con el poder con el apoyo explicito o implicito de las autoridades que deberian perseguirlos